Las válvulas neumáticas y los actuadores generan y controlan movimientos. Tienen uso, por ejemplo, en el control de frenos y de chasís, el soporte del motor (NVH), la gestión del motor, así como en el tratamiento posterior de los gases de escape, por lo que contribuyen a reducir las emisiones. Hasta ahora, hemos desarrollado y producido más de 200 millones de actuadores y módulos magnéticos.